Cuando llega la noche, al volver a casa, tened unos momentos de oración, para que el Señor pueda hablar a vuestra alma en el silencio del espíritu y la inunde de su luz celestial.
(San Juan XXIII)
Feliz día del Señor. Celina
En humildad y pobreza viene, humildes y pobres le hemos de recibir. A ser sacrificio viene, con sacrificio prepararemos la casa en que vivirá; y aunque es Niño y chiquito, es Dios, y muy grande, y por eso no es pequeña cosa preparar posada al gran Dios.
(San Juan de Ávila)
Feliz día del Señor. Celina
María, con su modo de actuar, nos recuerda la grave responsabilidad que cada uno tiene de acoger el plan divino sobre la propia vida. Obedeciendo sin reservas a la voluntad salvífica de Dios, que se le manifestó a través de las palabras del ángel, se presenta como modelo para aquellos a quienes el Señor proclama bienaventurados, porque “oyen la palabra de Dios y la guardan” (Lc 11, 28).
(San Juan Pablo II)
Feliz día del Señor. Celina
Cristo subió a la cruz como un Rey singular: como el testigo eterno de la verdad. Este testimonio es la medida de nuestras obras, la medida de la vida. La verdad por la que Cristo ha dado la vida -y que la ha confirmado con la resurrección- es la fuente fundamental de la “dignidad del hombre”. Es necesario que, bajo esta luz, sepamos participar en toda esfera de la vida contemporánea y formarla.
(San Juan Pablo II)
Feliz día del Señor, festividad de Jesucristo, Rey del Universo. Celina
Es necesario comenzar por salir del ambiente enfermizo de preocupaciones egoístas. Hay gente que vive triste y atormentada por recuerdos del pasado, por lo que los demás piensan de él en el presente, y por lo que podría sucederle en el futuro. Que se olviden, pues, de sí y se preocupen de los demás, de hacerles algún bien, de servirlos y los fantasmas grises irán desapareciendo.
(San Alberto Hurtado)
Feliz día del Señor. Celina