-Solo por hoy dedicaré diez minutos a una buena lectura, recordando que, como el alimento es necesario para la vida del cuerpo, asi la buena lectura es necesaria para la vida del alma.
-Solo por hoy haré por lo menos una cosa que no deseo hacer; y si me sintiera ofendido en mis sentimientos, procuraré que nadie se entere.
-Solo por hoy me haré un programa detallado. Quizá no lo cumpliré cabalmente, pero lo redactaré. Y me guardaré de dos calamidades: la prisa y la indecisión.
-Solo por hoy no tendré temores. De manera particular, no tendré miedo de gozar de lo que es bello y de creer en la bondad.
(San Juan XXIII) (II parte)
Feliz día del Señor. Celina
La lectura es como la lluvia que refresca y cultiva el alma. La mortificación mitiga las pasiones. El orden perfecciona comportamientos y aciones. Y de esta forma, nos libramos de temores y podemos gozar de la felicidad que nos ofrece la maravillosa obra de Dios. Admirable palabras de un Papa santo. Gracias, Celina. Feliz día del Señor a todos.