La Resurrección de Cristo – y el propio Cristo resucitado – es principio y fuente de nuestra resurrección futura. En la espera de que esto se realice, Cristo resucitado vive en el corazón de sus fieles. En Él los cristianos «saborean los prodigios del mundo futuro» y su vida es arrastrada por Cristo al seno de la vida divina «para que ya no vivan para sí los que viven, sino para aquel que murió y resucitó por ellos».
(Catecismo de la Iglesia Católica)
Feliz Domingo de Pascua de la Resurrección del Señor. ¡ALELUYA, ALELUYA! Celina