Antes de que fuésemos, un Corazón nos amó con amor eterno y todo el curso de nuestra vida ese Corazón nos abraza con el más cálido de los amores. Ese Corazón es puro como la luz: todas las bellezas y las perfecciones increadas resplandecen en Él; Dios nos ama, nos amó ayer, nos ama hoy y nos amará mañana. Esta es la verdad del Corazón de Jesús.
(Charles de Foucauld)
Feliz día del Señor. Celina