La experiencia típica de encontrar a Dios en todas las cosas es junto a un Dios presente en nuestras experiencias diarias, constantemente amontonadas.
San Ignacio afirma que Dios no se halla exclusivamente en la oración, sino en medio de las preocupaciones de la vida diaria: conversación, desempeño del trabajo, vida de familia, acción, estudio, situaciones físicamente duras y psicológicamente preocupantes.
(Peter-Hans Kolvenbach)
Feliz día del Señor. Celina