Cuando un pobre muere de hambre, no es porque Dios se haya olvidado de él. Sucede porque hemos rehusado actuar como instrumentos de amor en las manos de Dios para ofrecer a un pobre, hombre o mujer, un trozo de pan, para procurarle una pieza de ropa con que cubrirse del frío.
(Santa Teresa de Calcuta)
Feliz día del Señor. Celina
Esas manos que nos ofrece la imagen de hoy son manos curtidas por el sufrimiento y el amor. Impresionan. El pobre nos pide alivio para su sufrimiento a cambio de gratitud y amor, suyos y de Dios. Las manos de los pobres son manos que piden y que dan al mismo tiempo. Participemos con generosidad y amor en este santo negocio. Gracias, Celina, por tan impresionante imagen. Feliz día del Señor a todos.