Vista una vez la luz, como la viste aquella vez, después, en medio de la noche has de seguir marchando con la claridad que te alumbró, que no se dio solo para iluminarte en el gozo, sino también en la lucha y en el desamparo.
No olvides que, aunque se oculte, Él está presente; no caminas solo, sino que tus pasos se desdoblan: él marcha a tu lado, como amigo en la noche.
(Manuel Marín Triana)
Feliz día del Señor. Celina
Mientras caminamos por la vida, siempre vamos guiados por una luz: la del sol de día; la de la luna y las estrellas, de noche. Así nuestra alma camina envuelta en la luz de la fe en Cristo Jesús. Unas veces nos ilumina con fuerza como el sol; otras, suavemente como la luna y las estrellas. Él es esa luz que simboliza la lámpara de la imagen que nos propone Celina. Gracias por tan sugerente texto y bella imagen. Feliz día del Señor a todos.