La franqueza no consiste en decir todo lo que se piensa, sino en pensar todo lo que se dice. La franqueza es compañera de los grandes caracteres y el arca distintiva del hombre de bien. La franqueza debe estar siempre bajo la tutela de la prudencia; es un árbol que produce tantas espinas como flores y necesita una mano diestra que la cultive.
(Alberto Capellán Zuazo)
Feliz día del Señor. Celina