¿Qué vale la vida si nos ocupamos solo de las apariencias? El consuelo viene, no a los ojos, sino al corazón que sigue a aquel Espíritu grande y luminoso a la región de los vivos. Allí debemos dirigir siempre nuestras pupilas, allí, donde la luz no se apagará jamás.
(San Juan XXIII)
Feliz día del Señor. Celina
El texto que nos propone hoy Celina parece aludir a la vida de este mundo, que no es lo que parece ser. Es decir, esta vida es algo más transcendental. La vida, la verdadera vida nuestra, emana de Dios en quien nos movemos y somos: eternidad de vida. Allí, en él y con él viviremos todos, quienes vivieron ayer, quienes vivimos hoy y los que vivirán después. Bella imagen sugerente del Cielo que nos espera a todos juntos a Dios. Gracias Celina. Feliz día del Señor a todos.