La vida no pertenece al hombre, le sobrepasa, porque ha sido recibida de Dios, es sagrada; nadie puede disponer de ella a su antojo.
No desprecies el recuerdo del camino recorrido; ello no retrasa vuestra carrera, sino que la dirige; el que olvida el punto de partida pierde fácilmente la meta.
(Beato Pablo VI)
Feliz día del Señor. Celina