Morir para nacer eternamente
en otra soledad ancha y crecida.
A cambio de esta vida, otra Vida.
Tu eterno mar, a cambio de mi fuente.
Por alcanzar tu estrella incandescente,
apagaré mi lámpara encendida.
La luna de mi noche dolorida
se perderá en tu sol omnipotente.
(Lucía Carmen de la Trinidad)
Feliz día del Señor. Celina