El Adviento nos invita a detenernos, en silencio, para captar una presencia. Es una invitación a comprender que los acontecimientos de cada día son gestos que Dios nos dirige, signos de su atención por cada uno de nosotros.
(Benedicto XVI)
Feliz día del Señor, I domingo de Adviento. Celina
El encanto del silencio. Qué enorme sosiego, paz y serena alegría siente el alma envuelta en el silencio. ¿Por qué será? Es porque en el silencio habita Dios, y en él nos habla, nos susurra y se deja sentir. Y es entonces, cuando el alma se llena de felicidad y se ilumina con la luz de Dios. Siempre me conmueve la tenue luz de las velas. Ellas también entienden de silencio, soledad y paz. Tras ellas, se esconde Dios. Gracias, Celina. Feliz día del Señor a todos.