No quiero estar tan ocupado con mi forma de vivir, mis planes y proyectos, mis parientes, amigos y conocidos, que no me dé cuenta siquiera de que tú estás conmigo, más cerca que ningún otro.
No quiero ser ciego a los gestos de amor que vienen de tus manos, ni sordo a las palabras amorosas que vienen de tu boca.
Quiero verte cuando caminas conmigo, y escucharte cuando me hablas.
(Henri Nouwen)
Feliz día del Señor. Celina