Dios es tu todo: si tienes hambre, es tu pan; y si tienes sed, es tu agua; y si estás en la oscuridad, es tu luz, que permanece siempre incorruptible; y si estás desnudo, será tu vestido de inmortalidad, cuando todo lo que es corruptible se vista de incorruptibilidad y lo que es mortal se vista de inmortalidad.
(San Agustín)
Feliz día del Señor. Celina