Juan Cuesta Poza

Solo quiero que Dios me siga amando,
porque el amor de Dios es mi sustento;
solo quiero que baje hasta mi barro
el que un día bajó del mismo cielo.
Solo espero la vida que no acaba,
y el amor que no muere solo espero;
solo espero vivir en el abrazo
infinito de Dios, verdad y fuego.
Solo el amor de Dios dura por siempre,
en un cielo de luz y amor eterno;
solo quiero llegar hasta los brazos
de Dios, y allí vivir en este encuentro.

(Juan Cuesta Poza)

Feliz día del Señor. Celina

Emilio Prados

No es lo que está roto, no,
el agua que el vaso tiene:
lo que está roto es el vaso
y, el agua, al suelo se vierte.
No es lo que está roto, no,
la caja del pensamiento:
lo que está roto es la idea
que la lleva a lo soberbio.
No es lo que está roto Dios,
ni el campo que Él ha creado:
lo que está roto es el hombre
que no ve a Dios en su campo.

(Emilio Prados)

Feliz día del Señor. Celina

Papa Francisco

Cuando tocamos algo, dejamos nuestras huellas dactilares;
cuando tocamos la vida de la gente, dejamos nuestra identidad.
La vida es buena cuando estás feliz,
pero la vida es mucho mejor
cuando los demás son felices gracias a ti.
Vivir para los demás es una regla de la naturaleza,
todos hemos nacido para ayudarnos mutuamente.
No importa cuán difícil es la situación en la que te encuentres,
sigue haciendo el bien a los demás.

(Papa Francisco)

Feliz día del Señor. Celina

Benedicto XVI

Yo creo que la Virgen María se planteó más de una vez esta pregunta: ¿Por qué Jesús quiso nacer de una joven sencilla y humilde como yo? Y también, ¿por qué quiso venir al mundo en un establo y tener como primera visita la de los pastores de Belén? María recibió la respuesta plenamente al final, tras haber puesto en el sepulcro el cuerpo de Jesús, muerto y envuelto en una sábana. Entonces comprendió plenamente el misterio de la pobreza de Dios. Comprendió que Dios se había hecho pobre por nosotros, para enriquecernos con su pobreza llena de amor, para exhortarnos a frenar la avaricia insaciable que suscita luchas y divisiones, para invitarnos a frenar el afán de poseer, estando así disponibles a compartir y a acogernos recíprocamente.

(Benedicto XVI) 

Feliz día del Señor. FELIZ AÑO NUEVO. Celina