¿No veis los árboles infructuosos, cómo son con frecuencia sólidos, hermosos, altos, grandiosos y esbeltos? Pero, si tuviéramos un huerto, preferiríamos tener granados y olivos fructíferos, antes que esos árboles; esos árboles pueden causar placer, pero no son útiles, e incluso, si tienen alguna utilidad, es muy pequeña. Semejantes son aquellos que solo se preocupan de sí mismos.
(San Juan Crisóstomo)
Feliz día del Señor. Celina