La salvación no comienza por la confesión de la realeza de Cristo, sino de la imitación de las obras de misericordia mediante las cuales Él ha realizado el Reino. Quien las cumple demuestra haber acogido la realeza de Jesús, porque ha hecho espacio en su corazón a la caridad de Dios. En el ocaso de la vida seremos juzgados sobre el amor, sobre la proximidad y la ternura hacia nuestros hermanos.
(Papa Francisco)
Feliz día del Señor, solemnidad de Jesucristo Rey del Universo. Celina