Se alegra mi espíritu en Dios, mi Salvador,
pues llega el Mesías, el Hijo de Dios.
Vendrá como el cierzo,
doblando las ramas del árbol soberbio.
Vendrá como brisa
meciendo las mieses del campo repleto.
Vendrá como el rayo
rasgando la nube que oculta el misterio.
Vendrá pregonando
la buena noticia que anuncia su reino.
(Luis Elizalde)
Feliz día del Señor. Celina