No os preocupéis del mundo y sus negocios, no os inquiete el porvenir, dejadlo en manos de Dios, no os aficionéis a las cosas de la tierra, pues es «perder el tiempo», acudid a Dios, y en Él hallaréis paz; primero aquí en la tierra, y después en el Cielo…
(San Rafael Arnaiz)
Feliz día del Señor. Celina