Rabindranath Tagore

Vengo a Ti para que me acaricies
antes de comenzar el día.
Que tus ojos se posen
un momento sobre mis ojos.
Que acuda a mi trabajo sabiendo
que me acompañas,
Amigo mío.
¡Pon tu música en mí
mientras atravieso el desierto del
ruido!
Que el destello de tu Amor
bese las cumbres de mis
pensamientos
y se detenga en el valle de la vida,
donde madura la cosecha.

(Rabindranath Tagore)

Feliz día del Señor. Celina

Anónimo

Cristo no tiene otro cuerpo que el tuyo.
Ni manos, ni pies en la tierra sino los tuyos.
Tuyos son los ojos
con los que él mira compasivo a este mundo.
Tuyos son los pies
con los que camina a hacer el bien.
Tuyas son las manos
con las que bendice todo el mundo.
Tuyas son las manos.
Tuyos son los pies.
Tuyos son los ojos.
Tú eres su cuerpo.
Cristo no tiene ahora en la tierra
otro cuerpo que el tuyo.

(Anónimo)

Feliz día del Señor. Celina