Contigo se ha cruzado mi mirada,
allá, cuando pasaste en mi sendero;
dejé barcas y redes, fui ligero,
fascinado en la voz de tu llamada.
Seguro ya en tu amor, corro sin nada,
cantando al viento libre; solo quiero
ser de tu luz testigo, ser lucero,
y dejar a tus pies mi alma sellada.
(María José Rojo)
Feliz día del Señor. Celina