José Tolentino Mendonça

Líbranos del pánico disperso, que en vez de construir sabiduría
nos arroja desamparados al laberinto de la angustia.
Líbranos del desánimo que nos aleja la fortaleza del alma
con la que se afrontan mejor las horas difíciles.
Líbranos del pesimismo pues no nos deja ver que si no podemos
abrir una puerta, tenemos sin embargo la posibilidad de abrir ventanas.
Líbranos del aislamiento interior que disgrega,
pues el mundo sigue siendo una comunidad viva.
Líbranos, Señor, de las noches sin fin, pues no dejas de recordar
que tú mismo nos colocaste como centinelas de la aurora.

(José Tolentino Mendonça)

Feliz día del Señor. Celina