Para celebrar la Eucaristía es preciso reconocer, antes que nada, nuestra sed de Dios: sentirnos necesitados de Él, desear su presencia y su amor, ser conscientes de que no podemos salir adelante solos, sino que necesitamos un Alimento y una Bebida de vida eterna que nos sostengan en el camino.
(Papa Francisco)
Feliz día del Señor, festividad del Corpus Christi. Celina