Ya sabes (Señor), me pierdo en las tareas, en las vueltas que hay que dar, en esta o en aquella responsabilidad, en el vaivén rutinario de los quehaceres, en la buena conciencia de quien aparentemente cumple, realiza su deber. Por eso quería pedirte luz para vivir y distribuir mi tiempo: ayúdame a realizar mi trabajo y mi ocio, mi esfuerzo y mi pausa, como tiempos de dádiva y encuentro. Como tiempos que no sean apenas más que tiempo, sino comunicación de entusiasmo y afecto, comunicación de vida, oportunidad ofrecida a la esperanza, humilde hospitalidad abierta al infinito.
(José Tolentino Mendonça)
Feliz día del Señor. Celina