San Claudio de la Colombiere

Estoy tan convencido, Dios mío, de que velas sobre todos los que esperan en ti, y de que no puede faltar cosa alguna a quien aguarda de ti todas las cosas, que he determinado vivir de ahora en adelante sin ninguna preocupación, descargando en ti todas mis solicitudes. «En paz me acuesto y enseguida me duermo porque tú solo, Señor, me haces vivir tranquilo». (Salmo 4, 10)

(San Claudio de la Colombiere)

Feliz día del Señor. Celina

Tomás de Kempis

No sentir alguna tribulación ni sufrir alguna tribulación no es de este mundo, sino propio del eterno descanso. No juzgues, pues, haber hallado la verdadera paz porque no sientas alguna pesadumbre. Ni que es ya todo bueno porque no tengas ningún adversario, ni que está la perfección en que todo te suceda según tú quieres. En estas cosas no se conoce al verdadero amador de la virtud, ni consiste en ellas el aprovechamiento y perfección del hombre.

(Tomás de Kempis)

Feliz día del Señor. Celina

Ángel M. Briñas

Cualquier situación inevitable en tu vida Dios quiere que la vivas como si fuera su voluntad. Él quiere que no desaproveches ni las alegrías ni las penas de la vida. Y para ello, si unas y otras las vives como voluntad suya, las alegrías no las absolutizarás y te mantendrán cercano a Dios, y las penas no te escandalizarán y no te alejarán de Él.

(Ángel M. Briñas)

Feliz día del Señor. Celina

Carlos Osoro

El Dios en quien creemos interviene en la vida de los hombres; el Dios en quien creemos cambia nuestro corazón y cambia la vida de los demás a través de nosotros, porque así lo ha querido Él. Nos robustece para que robustezcamos también a los demás.

(Carlos Osoro)

Feliz día del Señor. Celina

San Juan Crisóstomo

Habiendo Dios dotado a los demás animales de la velocidad en la carrera, o la rapidez en el vuelo, o de uñas, o de dientes, o de cuernos, solo al hombre lo dispuso de tal forma que su fortaleza no podía ser otra que la del mismo Dios; y esto lo hizo para que, obligado por la necesidad de su flaqueza, pida siempre a Dios cuanto pueda necesitar.

(San Juan Crisóstomo)

Feliz día del Señor. Celina

Benedicto XVI

Los apóstoles recibieron el don de la Eucaristía en la intimidad de la última cena, pero estaba destinado a todos, al mundo entero. Precisamente por eso hay que proclamarlo y exponerlo abiertamente, para que cada uno pueda encontrarse con «Jesús que pasa», como acontecía en los caminos de Galilea, de Samaría y de Judea; para que cada uno, recibiéndolo, pueda quedar curado y renovado por la fuerza de su amor.

(Benedicto XVI)

Feliz Domingo, festividad del Corpus Christi. Celina

Raniero Cantalamessa

Representación de la Trinidad, 1489, Museo Rigaud Perpignan

No es verdad el que la Trinidad sea un misterio remoto, irrelevante para la vida de todos los días. Por el contrario, son las tres personas más «íntimas» en la vida: no están fuera de nosotros, como sucede con la mujer o el marido, sino que están dentro de nosotros. «Hacen morada en nosotros» (Juan 14, 23), nosotros somos su «templo».

(Raniero Cantalamessa)

Feliz Domingo de la Santísima Trinidad. Celina

San Juan de Ávila

¡Oh soplo bienaventurado, que llevas las naves al cielo! Muy peligroso es este mar que navegamos; pero con este aire y tal Piloto iremos seguros. ¡Cuántas naves van perdidas! ¡Cuántos vientos contrarios corren y grandes peligros! Pero soplando tú, piadoso Consolador, las vuelves a puerto seguro. ¿Quién podrá contra los bienes que nos haces y los males de los que nos guardas?

(San Juan de Ávila)

Feliz Domingo de Pentecostés. Celina

San Juan Pablo II

La Ascensión es un gran mensaje de esperanza. El hombre de nuestro tiempo, que, a pesar de sus conquistas técnicas y científicas, de las que se enorgullece con razón, corre el riesgo de perder el sentido último de su existencia, encuentra en este misterio la indicación de su destino. La humanidad glorificada de Cristo es también nuestra humanidad. Jesús, en su persona, ha unido para siempre a Dios con la historia del hombre, y al hombre con el corazón del Padre celestial.

(San Juan Pablo II)

Feliz domingo, fiesta de la Ascensión del Señor al cielo. Celina

Francisco Cerro Chaves

Existe un error al pensar que no se puede ser feliz si sufrimos. Solo en la medida en que nuestra vida se hace amor entregado se hace felicidad lograda, aunque en el horizonte y en la realidad de nuestra vida siga existiendo el dolor. Es necesario volver una y otra vez nuestra mirada al secreto de la felicidad, que se encuentra en el amor, y que en nosotros tiene un nombre: Jesús.

(Francisco Cerro Chaves)

Feliz día del Señor. Celina