Francisco Osuna Llorente

Sal, Señor, de tu sagrario,
sal, Señor, de tu rincón.
Rompe las puertas del templo
y verás nuestro dolor.
Mira al mundo quebrantado,
desesperanzado y sin rumbo,
cargados con tantas penas
que agoniza moribundo.
Aquí me tienes, Señor,
delante de tu sagrario.
No te calles por más tiempo
permaneciendo encerrado.
Sal, Señor, de nuevo al mundo,
ven de nuevo con nosotros.
Aviva nuestra esperanza
al ver de nuevo tu rostro.

(Francisco Osuna Llorente)

Feliz día del Señor. Celina

Tomás de Kempis

Hijo, no te quebranten los trabajos que has tomado por Mí, no te abatan del todo las tribulaciones; mas mi promesa te esfuerce y consuele en todo lo que viniere. Yo basto para galardonarte sobre toda manera y medida. No trabajarás aquí mucho tiempo, ni serás agravado siempre con dolores. Espera un poco y verás qué rápido pasan los males; vendrá una hora en que cesará todo trabajo e inquietud. Poco y breve es todo lo que pasa con el tiempo.

(Tomás de Kempis)

Feliz día del Señor. Celina

Joseph Whelan

No hay nada más práctico que encontrar a Dios.
Es decir, enamorarse rotundamente y sin ver atrás.
Aquello de lo que te enamores,
lo que arrebate tu imaginación, afectará todo.
Determinará lo que te haga levantar por la mañana,
lo que harás con tus atardeceres,
cómo pases tus fines de semana,
lo que leas, a quien conozcas,
lo que te rompa el corazón
y lo que te llene de asombro
con alegría y agradecimiento.
Enamórate, permanece enamorado,
y esto lo decidirá todo.

(Joseph Whelan)

Feliz día del Señor. Celina

San Pablo

Ninguno de nosotros vive para sí mismo y ninguno muere para sí mismo. Si vivimos, vivimos para el Señor; si morimos, morimos para el Señor; en la vida y en la muerte somos del Señor. Para esto murió y resucitó Cristo: para ser Señor de vivos y muertos.

(San Pablo)

Feliz día del Señor. Celina