No valores demasiado ninguna cosa exterior, aunque te parezca muy preciosa.
Olvídate de ti misma y permanece continuamente Conmigo.
Confíame todo y no hagas nada por tu cuenta y tendrás siempre una gran libertad de espíritu; ninguna circunstancia ni acontecimiento llegará a perturbarte.
No prestes mucha atención a lo que dice la gente, deja que cada uno te juzgue según le guste.
Deja que te quiten incluso lo que te mereces: la estima, el buen nombre; que tu espíritu esté por encima de todo esto.
Y así, liberada de todo, descansa junto a mi Corazón; no permitas que nada turbe tu paz.
(Santa Faustina)
Feliz día del Señor. Celina