Los cristianos no están eximidos de las tinieblas, externas y también internas. No viven fuera del mundo, pero, por la gracia de Cristo recibida en el bautismo, son hombres y mujeres «orientados»: no creen en la oscuridad, sino en el resplandecer del día; no sucumben en la noche, sino esperan la aurora; no son derrotados por la muerte, sino anhelan el resucitar; no son doblegados por el mal, porque confían siempre en las infinitas posibilidades del bien. Y esta es nuestra esperanza cristiana.
(Papa Francisco)
Feliz día del Señor. Celina
Los cristianos vivimos entre tinieblas en este mundo, pero somos hijos de la luz que nos trajo Cristo. Él es nuestra fe y nuestra esperanza. Él venció a la muerte oscura y con Él resucitaremos a la verdadera luz de Dios. Gracias, Celina. Feliz día del Señor a todos.