Manuel J. Fernández Márquez

Señor, existe en mí algo que no puede ser atacado,
existe en mí un centro indestructible
que es mi yo sagrado,
mi ser esencial y mi ser en ti.
Señor, en ese nivel, necesariamente,
se es profundamente calmo y sereno
ante todo ataque, ante toda adversidad,
porque, en realidad, ni ha existido
ni puede existir ataque ni adversidad.
Señor, mi consistencia y mansedumbre
eres tú en mí y yo en ti.
Señor, mi fuerza es mi debilidad.

(Manuel J. Fernández Márquez)

Feliz día del Señor. Celina