Miguel Ángel Cuesta

-¿Y tú, quién dices que soy?
-Tú eres la nube y el sol,
la lluvia, el viento, el calor.
Tú eres el mar y las olas,
el rayo y su resplandor.
Tú eres la montaña, el prado,
el valle, el río, la flor.
Tú eres la alegría, el llanto,
la danza, el canto, el candor,
la esperanza y el consuelo.
¡Tú eres la vida, Señor!

(Miguel Ángel Cuesta)

Feliz día del Señor. Celina

Peter-Hans Kolvenbach

San Ignacio afirma que Dios no se halla exclusivamente en la oración, sino en medio de las preocupaciones de la vida diaria; conversación, desempeño del trabajo, vida de familia, acción, estudio, situaciones físicamente duras y psicológicamente preocupantes. «Encontrar a Dios en todas las cosas» es encontrar a Dios incluso en aquellas ocasiones que a primera vista parecen robarnos la calidad contemplativa de la vida cristiana.

(Peter-Hans Kolvenbach)

Feliz día del Señor. Celina

Ángel Sanz Arribas

Señor, esta mañana has amanecido en nuestro mundo,
como todos los días.
De madrugada nos has regalado tu luz.
La luz del sol es tu señal
para seguir diciéndonos:
«Mirad y ved: es un lejano resplandor de mi presencia;
estoy con vosotros resucitado. Alegraos».
Señor, estoy viendo la luz y la estoy ‘escuchando’,
porque es una palabra tuya.
Entra por mis ojos y me penetra y me unge.
Me alegra el corazón
y hace brotar en mí la acción de gracias.

(Ángel Sanz Arribas)

Feliz día del Señor. Celina

Manuel J. Fernández Márquez

Señor, existe en mí algo que no puede ser atacado,
existe en mí un centro indestructible
que es mi yo sagrado,
mi ser esencial y mi ser en ti.
Señor, en ese nivel, necesariamente,
se es profundamente calmo y sereno
ante todo ataque, ante toda adversidad,
porque, en realidad, ni ha existido
ni puede existir ataque ni adversidad.
Señor, mi consistencia y mansedumbre
eres tú en mí y yo en ti.
Señor, mi fuerza es mi debilidad.

(Manuel J. Fernández Márquez)

Feliz día del Señor. Celina