Papa León XIV

La paz esté con todos vosotros, queridos hermanos y hermanas. Este es el primer saludo de Cristo resucitado, el buen pastor que dio su vida por el rebaño de Dios.
Yo también quisiera que este saludo de paz entrara en nuestros corazones, llegara a vuestras familias, a todas las personas, dondequiera que estén, a todos los pueblos, a toda la tierra. Que la paz esté con vosotros.
Es la paz de Cristo resucitado, una paz desarmada, y una paz desarmante, humilde y perseverante, viene de Dios, Dios que nos ama a todos, incondicionalmente.

(Papa León XIV)
(Primeras palabras del papa León XIV después de su elección)

Feliz día del Señor. Celina

Francisco Osuna Llorente

Dibujo de «La Inmaculada Concepción» de Murillo realizado por Francisco Osuna Llorente

La Virgen María, al responder al ángel Gabriel con su «Hágase según tu palabra», aceptó ser, junto a su Hijo Jesús, corredentora con él. Porque cuando un hijo muere, su madre muere con él. Cuando un hijo es crucificado, su madre es crucificada con él. Cuando un hijo sufre, su madre sufre con él. Este papel de corredentora de María, la madre de Jesús, hacen necesaria su Virginidad y Pureza.

(Francisco Osuna Llorente)

Feliz día del Señor. Celina

José Antonio Olivar

Resucitó el Señor
y está en la fortaleza
del triste que se alegra,
del pobre que da pan.
Resucitó el Señor
y manda a los creyentes
crecerse ante el acoso
que sufre la verdad.
Resucitó el Señor
y llama ante la puerta
de todos los que olvidan
lo urgente que es amar.
Resucitó el Señor,
su gloria está en la tierra,
en todos los que viven
su fe de par en par.

(José Antonio Olivar)

Feliz día del Señor. Celina

Ramón Llubrí

Todos los ángeles se alegran,
de luz el mundo se inundó;
llena de júbilo, la tierra
con nueva vida amaneció;
cante gozoso el orbe entero:
Cristo Jesús resucitó.
De su victoria participa
la humanidad que redimió;
de su sepulcro al levantarse,
al hombre nuevo vida dio;
para engendrarnos a esa vida,
Cristo Jesús resucitó.
Ya no es la muerte más que un paso
hacia la luz que Él alumbró;
gozar podamos a su lado
la vida que nos prometió.

(Ramón Llubrí)

Feliz Domingo de Resurrección del Señor. ¡ALELUYA! Celina

Papa Francisco

Se hizo solidario con cada uno de nosotros hasta el extremo, para estar con nosotros hasta las últimas consecuencias. Para que ninguno de nosotros pudiera considerarse solo e insalvable. Experimentó el abandono para no dejarnos rehenes de la desolación y estar a nuestro lado para siempre. Hermano, hermana, lo hizo por ti, por mí, para que cuando tú, yo, o cualquiera se vea entre la espada y la pared, perdido en un callejón sin salida, sumido en el abismo del abandono, absorbido por el torbellino del «por qué», pueda tener esperanza.

(Papa Francisco)

Feliz día del Señor, Domingo de Ramos. Celina

Papa Francisco

Los seres humanos pacientes son tejedores de bien. Desean obstinadamente la paz, y aunque algunos tienen prisa y quisieran todo y todo ya, la paciencia tiene capacidad de espera. Incluso cuando muchos a su alrededor han sucumbido a la desilusión, quien está animado por la esperanza y es paciente es capaz de atravesar las noches más oscuras.

(Papa Francisco)

Feliz día del Señor. Celina

Francisco Osuna Llorente

Fotografía: María Celina Osuna Osuna

Te adelanto, querido lector, mi secreto para ser feliz con una anécdota.
Paseaba un día torpemente por los alrededores de mi casa, cuando un señor barbudo y no mal trajeado se me acercó y, alzando la voz para que la gente próxima a nosotros le pudiera oír con claridad, me dedicó un breve discurso de reproche por causa del pequeño crucifijo que cuelga del bolso, que cuelga de uno de mis hombros para consuelo de mis pesadumbres. Sus palabras, si no recuerdo mal, fueron las siguientes: «Por culpa de ese Dios suyo, usted está inválido». Le miré a la cara y le respondí con una suave sonrisa: «Inválido, sí. Pero gracias a Él, también soy feliz. De Él recibo la alegría de vivir».

(Francisco Osuna Llorente)

Feliz día del Señor. Celina

(El crucifijo de la fotografía es el que llevó mi padre en el momento del suceso)

José María Rodríguez Olaizola

He ahí mi certidumbre, mi confianza, mi libertad:
saber que tú me juzgas.
Me conoces más que yo mismo,
me comprendes mejor que cualquiera.
Crees en mí, hasta en los días en que yo deserto de mi propia defensa.
Me desnudas de odio y resistencias,
me vistes de tu paz y evangelio.
Compareces conmigo ante el tribunal de la memoria,
de la justicia, de la flaqueza, y eres al tiempo defensor y juez,
testigo y compañero, misión y meta.

(José María Rodríguez Olaizola)

Feliz día del Señor. Celina

José Tolentino Mendonça

Líbranos del pánico disperso, que en vez de construir sabiduría
nos arroja desamparados al laberinto de la angustia.
Líbranos del desánimo que nos aleja la fortaleza del alma
con la que se afrontan mejor las horas difíciles.
Líbranos del pesimismo pues no nos deja ver que si no podemos
abrir una puerta, tenemos sin embargo la posibilidad de abrir ventanas.
Líbranos del aislamiento interior que disgrega,
pues el mundo sigue siendo una comunidad viva.
Líbranos, Señor, de las noches sin fin, pues no dejas de recordar
que tú mismo nos colocaste como centinelas de la aurora.

(José Tolentino Mendonça)

Feliz día del Señor. Celina