Si vosotros mismos sois Cuerpo y miembros de Cristo, sois el sacramento que es puesto sobre la mesa del Señor, y recibís este sacramento vuestro. Respondéis «amén» [es decir, «sí», «es verdad»] a lo que recibís, con lo que, respondiendo, lo reafirmáis. Oyes decir «el Cuerpo de Cristo», y respondes «amén». Por tanto, sé tú verdadero miembro de Cristo para que tu «amén» sea también verdadero.
(San Agustín)
Feliz domingo, festividad del Corpus Christi. Celina