San Juan Pablo II

La Ascensión es un gran mensaje de esperanza. El hombre de nuestro tiempo, que, a pesar de sus conquistas técnicas y científicas, de las que se enorgullece con razón, corre el riesgo de perder el sentido último de su existencia, encuentra en este misterio la indicación de su destino. La humanidad glorificada de Cristo es también nuestra humanidad. Jesús, en su persona, ha unido para siempre a Dios con la historia del hombre, y al hombre con el corazón del Padre celestial.

(San Juan Pablo II)

Feliz domingo, fiesta de la Ascensión del Señor al cielo. Celina

Francisco Cerro Chaves

Existe un error al pensar que no se puede ser feliz si sufrimos. Solo en la medida en que nuestra vida se hace amor entregado se hace felicidad lograda, aunque en el horizonte y en la realidad de nuestra vida siga existiendo el dolor. Es necesario volver una y otra vez nuestra mirada al secreto de la felicidad, que se encuentra en el amor, y que en nosotros tiene un nombre: Jesús.

(Francisco Cerro Chaves)

Feliz día del Señor. Celina

Pedro Javier Sagüés

Así te necesito (amigo Jesús), deshaciendo mis dudas, dándome ánimos, infundiéndome tu aliento y tu sosiego. Necesito oír «la paz sea contigo». Y contigo cercano, con tus signos y señales, como buen maestro y pedagogo que me lleva de la mano, abriéndome a la luz inconmensurable de tu amor.

(Pedro Javier Sagüés)

Feliz día del Señor. Celina

San Agustín

Pero, a fin de que el débil no desfallezca al oír hablar de las pruebas que se avecinan, el pastor debe decirle: «Prepárate para las pruebas». Y, si al oír estas palabras la oveja empieza a desfallecer y a temer hasta tal punto que ya no se atreve a acercarse, el pastor debe recordarle aquello otro: «Fiel es Dios para no permitir que seáis tentados más allá de lo que podéis». Anunciar y recordar las pruebas que se avecinan es como curar a las ovejas enfermas; hablar de la misericordia de Dios, que hace superar las pruebas al que se asusta desmesuradamente, es como vendar las heridas.

(San Agustín)

Feliz día del Señor. Celina

Dietrich Bonhoeffer

Cuando tengáis miedo, miradle a él (a Jesucristo, el Crucificado, el Viviente), ponedle delante de vuestros ojos, invocadle, rezadle, creed que él está ahora a vuestro lado y os ayuda. Entonces palidecerá el miedo y retrocederá, y vosotros seréis libres en la fe en Jesucristo, el redentor fuerte y vivo.

(Dietrich Bonhoeffer)

Feliz día del Señor. Celina

San Ambrosio

Puedes huir en espíritu, aunque sigas retenido en el cuerpo; puedes seguir estando aquí y al mismo tiempo estar junto al Señor, si tu alma se adhiere a él, si andas tras sus huellas con tus pensamientos, si sigues sus caminos con la fe y no a base de apariencias, si te refugias en él, pues él es refugio y fortaleza.

(San Ambrosio)

Feliz día del Señor. Celina

Benedicto XVI

He resucitado y ahora estoy siempre contigo, nos dice el Señor, y mi mano te sostiene. Donde quiera que puedas caer, caerás entre mis manos, y estaré presente incluso a las puertas de la muerte. A donde ya nadie puede acompañarte y a donde no puedes llevar nada, allí te espero para transformar para ti las tinieblas en luz.

(Benedicto XVI)

Feliz Domingo de Resurrección del Señor. Celina

Papa Francisco

El término «limosna» deriva del griego y significa precisamente «misericordia». La limosna, pues, debería traer consigo toda la riqueza de la misericordia. Y como la misericordia tiene mil caminos, mil modalidades, así la limosna se expresa en tantos modos, para aliviar la dificultad de cuantos se encuentran en necesidad.

(Papa Francisco)

Feliz día del Señor. Celina

David G. Benner

La oración, entre otras cosas, puede incluir:
Pasear contemplativamente por el bosque para apartarte de tus preocupaciones y centrarte en Dios.
Sentarte en silencio, permitiendo que tu corazón vuelva junto a Dios mediante la repetición tranquila y constante de una palabra que exprese el amor que le tienes.
Leer las oraciones litúrgicas o de otros autores.
Meditar contemplando un icono o una obra de arte inspirada en la Biblia.
Dejar que tu corazón entone una alabanza, que no tiene por qué expresarse con palabras, al contemplar una puesta de sol, una tormenta, una flor, un árbol…

(David G. Benner)

Feliz día del Señor. Celina