C. de Foucauld


En tu resurrección y en tu felicidad eterna,  Jesús, yo poseo una fuente de felicidad inexhausta que nadie me podrá quitar. Yo poseo ya para la eternidad lo que constituye mi felicidad, un bien que sobrepasa a todo otro bien, lo que constituye la sustancia de la felicidad de los ángeles y de los santos, lo que hará de mi vida un cielo; pero todo esto con la sola y única condición de amarte. (C. de Foucauld)

Feliz día del Señor. Celina

Isabel de la Trinidad

¡Oh, Dios mío! Tú estás en mí y yo en ti. He hallado mi cielo en la tierra, porque el cielo eres tú que te encuentras dentro de mí. Aquí te encuentro y poseo, aunque no sienta tu presencia.  Tú siempre estás ahí,  en mi interior.  Haz, Señor,  que no te deje nunca solo. (Isabel de la Trinidad)

Feliz día del Señor. Celina