José María Rodríguez Olaizola

He ahí mi certidumbre, mi confianza, mi libertad:
saber que tú me juzgas.
Me conoces más que yo mismo,
me comprendes mejor que cualquiera.
Crees en mí, hasta en los días en que yo deserto de mi propia defensa.
Me desnudas de odio y resistencias,
me vistes de tu paz y evangelio.
Compareces conmigo ante el tribunal de la memoria,
de la justicia, de la flaqueza, y eres al tiempo defensor y juez,
testigo y compañero, misión y meta.

(José María Rodríguez Olaizola)

Feliz día del Señor. Celina

José Tolentino Mendonça

Líbranos del pánico disperso, que en vez de construir sabiduría
nos arroja desamparados al laberinto de la angustia.
Líbranos del desánimo que nos aleja la fortaleza del alma
con la que se afrontan mejor las horas difíciles.
Líbranos del pesimismo pues no nos deja ver que si no podemos
abrir una puerta, tenemos sin embargo la posibilidad de abrir ventanas.
Líbranos del aislamiento interior que disgrega,
pues el mundo sigue siendo una comunidad viva.
Líbranos, Señor, de las noches sin fin, pues no dejas de recordar
que tú mismo nos colocaste como centinelas de la aurora.

(José Tolentino Mendonça)

Feliz día del Señor. Celina

Charles Péguy

Yo soy, dice Dios,
el Señor de las tres virtudes.
La fe es una iglesia,
una catedral que se eleva al cielo;
la caridad es un hospital,
un asilo que recoge
todas las miserias del mundo;
pero sin esperanza, todo esto sería un cementerio.
La fe se eleva como un árbol frondoso,
y bajo su sombra la caridad, mi hija,
abriga todas las angustias del mundo;
pero mi pequeña esperanza es esta nueva savia
que anuncia el camino de la primavera.

(Charles Péguy)

Feliz día del Señor, I Domingo de Cuaresma. Celina

Benjamín González Buelta

Nos rescatas del lodo con tu mano,
nos podas las hojas maltratadas,
nos limpias con agua bautismal
y nos injertas en el árbol de tu vida.
Tu abrazo recorre toda mi espalda
y es perdón sin condiciones.
El mundo es nuestro otra vez.
Ya podemos ser como tú,
acercarnos a cada persona con un perdón incondicional,
descubrir cada día tus ofertas y crear contigo el paraíso.

(Benjamín González Buelta)

Feliz día del Señor. Celina

Antonio López Baeza

Si buscáis en la oración la serenidad de ánimo y la eficacia en el hacer, jamás sabréis lo que es el gozo de un tiempo compartido gratuitamente con el Padre. Que la oración te convierte en instrumento eficaz del Reino, es cierto; pero no lo es menos que la oración se desvirtúa cada vez que buscamos en ella algún tipo de ventaja para nosotros, o de poder extraordinario en nuestro actuar. La oración que agrada al Padre es la de los niños abandonados en sus brazos: ahí lo tienen todo.

(Antonio López Baeza)

Feliz día del Señor. Celina

Michel Quoist

Señor, tengo tiempo, tengo todo el tiempo mío,
los años de mi vida, los días de mis años,
las horas de mis jornadas: son todas mías.
A mí me toca llenarlas, serenamente, con calma;
llenarlas todas hasta el borde, para ofrecértelas
de modo que de su agua insípida,
tú hagas un vino generoso.
Te pido la gracia de poder hacer, en el tiempo que me das,
aquello que tú quieres que yo haga.

(Michel Quoist)

Feliz día del Señor. Celina

Francisco Palazón

Autor: Francisco Osuna Llorente

Gracias quiero darte por amarme.
Gracias quiero darte yo a ti, Señor.
Hoy soy feliz porque te conocí.
Gracias por amarme a mí también.
Yo quiero ser, Señor, amado,
como el barro en manos del alfarero.
Toma mi vida, hazla de nuevo,
yo quiero ser un vaso nuevo.
Te conocí y te amé.
Te pedí perdón y me escuchaste.
Sí, te ofendí; perdóname Señor,
pues te amo y nunca te olvidaré.

(Francisco Palazón)

Feliz día del Señor. Celina

Ven. Fulton Sheen

Simeón era como un centinela al que Dios hubiera enviado a vigilar la aparición de la luz. No miraba hacia atrás sino hacia delante, y no solo hacia el futuro de su propio pueblo, sino al futuro de todos los gentiles, de todas las tribus y naciones de la tierra. Un anciano que en el ocaso de su vida hablaba de la promesa de un nuevo día.

(Ven. Fulton Sheen)

Feliz día del Señor, fiesta de su Presentación en el Templo y Jornada Mundial de la Vida Consagrada. Celina

Manuel Marín Triana

El reino de Dios padece fuerza: o vence la que viene contra ti y puede más, o la que brota del alma y logra dominar las seducciones de fuera. Si no tienes esta pujanza, menester será que cada amanecer te acerques a Dios para buscarla, que él te la dé y ella te sostenga hasta la siguiente alborada. Así cuando el camino te sea duro y polvoriento, el agua clara de tu fontana -aquella que llevas en tu ánfora desde el alba- será tu refrigerio y tu placer. Mira que ahí está el saberlo todo o no saber nada.

(Manuel Marín Triana)

Feliz día del Señor. Celina

William Barry

Contemplar la Creación de Dios significa, ante todo, mirar, escuchar, oler, gustar y palpar. No se trata de discursear en torno a ella o de exponer sesudas opiniones teológicas al respecto. Lo que recomiendo en primer lugar es dedicar tiempo a oler una flor, dejarse acariciar por la brisa, extasiarse ante las estrellas, perderse en un bosque en otoño: eso sí que puede ser una relación con Dios.

(William Barry)

Feliz día del Señor. Celina