Ramón Llubrí

Todos los ángeles se alegran,
de luz el mundo se inundó;
llena de júbilo, la tierra
con nueva vida amaneció;
cante gozoso el orbe entero:
Cristo Jesús resucitó.
De su victoria participa
la humanidad que redimió;
de su sepulcro al levantarse,
al hombre nuevo vida dio;
para engendrarnos a esa vida,
Cristo Jesús resucitó.
Ya no es la muerte más que un paso
hacia la luz que Él alumbró;
gozar podamos a su lado
la vida que nos prometió.

(Ramón Llubrí)

Feliz Domingo de Resurrección del Señor. ¡ALELUYA! Celina

Papa Francisco

Se hizo solidario con cada uno de nosotros hasta el extremo, para estar con nosotros hasta las últimas consecuencias. Para que ninguno de nosotros pudiera considerarse solo e insalvable. Experimentó el abandono para no dejarnos rehenes de la desolación y estar a nuestro lado para siempre. Hermano, hermana, lo hizo por ti, por mí, para que cuando tú, yo, o cualquiera se vea entre la espada y la pared, perdido en un callejón sin salida, sumido en el abismo del abandono, absorbido por el torbellino del «por qué», pueda tener esperanza.

(Papa Francisco)

Feliz día del Señor, Domingo de Ramos. Celina

Papa Francisco

Los seres humanos pacientes son tejedores de bien. Desean obstinadamente la paz, y aunque algunos tienen prisa y quisieran todo y todo ya, la paciencia tiene capacidad de espera. Incluso cuando muchos a su alrededor han sucumbido a la desilusión, quien está animado por la esperanza y es paciente es capaz de atravesar las noches más oscuras.

(Papa Francisco)

Feliz día del Señor. Celina

Francisco Osuna Llorente

Fotografía: María Celina Osuna Osuna

Te adelanto, querido lector, mi secreto para ser feliz con una anécdota.
Paseaba un día torpemente por los alrededores de mi casa, cuando un señor barbudo y no mal trajeado se me acercó y, alzando la voz para que la gente próxima a nosotros le pudiera oír con claridad, me dedicó un breve discurso de reproche por causa del pequeño crucifijo que cuelga del bolso, que cuelga de uno de mis hombros para consuelo de mis pesadumbres. Sus palabras, si no recuerdo mal, fueron las siguientes: «Por culpa de ese Dios suyo, usted está inválido». Le miré a la cara y le respondí con una suave sonrisa: «Inválido, sí. Pero gracias a Él, también soy feliz. De Él recibo la alegría de vivir».

(Francisco Osuna Llorente)

Feliz día del Señor. Celina

(El crucifijo de la fotografía es el que llevó mi padre en el momento del suceso)

José María Rodríguez Olaizola

He ahí mi certidumbre, mi confianza, mi libertad:
saber que tú me juzgas.
Me conoces más que yo mismo,
me comprendes mejor que cualquiera.
Crees en mí, hasta en los días en que yo deserto de mi propia defensa.
Me desnudas de odio y resistencias,
me vistes de tu paz y evangelio.
Compareces conmigo ante el tribunal de la memoria,
de la justicia, de la flaqueza, y eres al tiempo defensor y juez,
testigo y compañero, misión y meta.

(José María Rodríguez Olaizola)

Feliz día del Señor. Celina

José Tolentino Mendonça

Líbranos del pánico disperso, que en vez de construir sabiduría
nos arroja desamparados al laberinto de la angustia.
Líbranos del desánimo que nos aleja la fortaleza del alma
con la que se afrontan mejor las horas difíciles.
Líbranos del pesimismo pues no nos deja ver que si no podemos
abrir una puerta, tenemos sin embargo la posibilidad de abrir ventanas.
Líbranos del aislamiento interior que disgrega,
pues el mundo sigue siendo una comunidad viva.
Líbranos, Señor, de las noches sin fin, pues no dejas de recordar
que tú mismo nos colocaste como centinelas de la aurora.

(José Tolentino Mendonça)

Feliz día del Señor. Celina

Charles Péguy

Yo soy, dice Dios,
el Señor de las tres virtudes.
La fe es una iglesia,
una catedral que se eleva al cielo;
la caridad es un hospital,
un asilo que recoge
todas las miserias del mundo;
pero sin esperanza, todo esto sería un cementerio.
La fe se eleva como un árbol frondoso,
y bajo su sombra la caridad, mi hija,
abriga todas las angustias del mundo;
pero mi pequeña esperanza es esta nueva savia
que anuncia el camino de la primavera.

(Charles Péguy)

Feliz día del Señor, I Domingo de Cuaresma. Celina

Benjamín González Buelta

Nos rescatas del lodo con tu mano,
nos podas las hojas maltratadas,
nos limpias con agua bautismal
y nos injertas en el árbol de tu vida.
Tu abrazo recorre toda mi espalda
y es perdón sin condiciones.
El mundo es nuestro otra vez.
Ya podemos ser como tú,
acercarnos a cada persona con un perdón incondicional,
descubrir cada día tus ofertas y crear contigo el paraíso.

(Benjamín González Buelta)

Feliz día del Señor. Celina

Antonio López Baeza

Si buscáis en la oración la serenidad de ánimo y la eficacia en el hacer, jamás sabréis lo que es el gozo de un tiempo compartido gratuitamente con el Padre. Que la oración te convierte en instrumento eficaz del Reino, es cierto; pero no lo es menos que la oración se desvirtúa cada vez que buscamos en ella algún tipo de ventaja para nosotros, o de poder extraordinario en nuestro actuar. La oración que agrada al Padre es la de los niños abandonados en sus brazos: ahí lo tienen todo.

(Antonio López Baeza)

Feliz día del Señor. Celina

Michel Quoist

Señor, tengo tiempo, tengo todo el tiempo mío,
los años de mi vida, los días de mis años,
las horas de mis jornadas: son todas mías.
A mí me toca llenarlas, serenamente, con calma;
llenarlas todas hasta el borde, para ofrecértelas
de modo que de su agua insípida,
tú hagas un vino generoso.
Te pido la gracia de poder hacer, en el tiempo que me das,
aquello que tú quieres que yo haga.

(Michel Quoist)

Feliz día del Señor. Celina