¡Qué humildad y qué sublimidad! Es la tienda de Cadar y el santuario de Dios; una tienda terrena y un palacio celestial; una casa modestísima y un aula regia; un cuerpo mortal y un templo luminoso; la despreciada por los soberbios y la esposa de Cristo. Tiene la tez morena, pero es hermosa, hijas de Jerusalén. El trabajo y el dolor del prolongado exilio la han deslucido, pero también la embellece su forma celestial. (San Bernardo de Claraval)
Feliz día del Señor. Celina
Las tiendas de Cadar eran pequeñas carpas o tiendas de campaña en las que se cobijaban los pueblos nómadas descendientes de Ismael. Simbolizan a las mujeres trabajadoras, que están quemadas por el sol. Así debe ser la Iglesia militante, como una mujer trabajadora, bella y morena, quemada por el amor de Cristo. Gracias Celina. Bella imagen de la Iglesia triunfante, casa de Dios. Feliz día del Señor a todos.