Comprendí que la caridad no debe quedarse encerrada en el fondo del corazón: Nadie, dijo Jesús, enciende una lámpara para meterla debajo del celemín, sino para ponerla en el candelero y que alumbre a todos los de la casa.
Yo pienso que esa lámpara representa a la caridad que debe alumbrar y alegrar, no solo a los que me son más queridos, sino a todos los que están en la casa, sin exceptuar a nadie. (Santa Teresa del Niño Jesús)
Feliz día del Señor. Celina
Y ¿cómo es el brillo de esa lámpara que debe iluminar a toda la casa con la caridad? San Pablo (Cor.1, 13,4-7) dice: «El amor es paciente, es amable, no es envidioso ni fanfarrón, no es orgulloso ni destemplado, no busca su interés, no se irrita, no ofende, no se alegra de la injusticia, se alegra de la verdad. Todo lo aguanta, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta».
¡Dame, Señor, ser lámpara de tu amor!
Preciosa y sugestiva imagen de una habitación iluminada.
Gracias, Celina, por recordarnos que debemos llenar nuestra vida con la luz de la caridad. Feliz día del Señor a todos.