Benedicto XVI

 
«El Señor es mi pastor, nada me falta» (Salmo 23). Si el Señor es el pastor, ni siquiera en el desierto disminuye la certeza de una presencia radical de vida. El pastor se preocupa por el bienestar de su rebaño, acomoda sus ritmos y exigencias a los de sus ovejas, camina y vive con ellas, guiándolas por senderos adecuados para ellas, atendiendo a necesidades de ellas y no a las suyas propias. Su prioridad es la seguridad de su rebaño, y es lo que busca al guiarlo. (Benedicto XVI)

Feliz Domingo del Buen Pastor. Celina

Un comentario en «Benedicto XVI»

  1. Me fijo en la imagen. Cristo sonríe a la ovejita que sostiene sobre su brazo derecho. La ovejita se deja querer. El Señor aparta el cayado que sujeta con su mano izquierda. No necesita forzar ni atraer hacia sí a su pequeño rebaño. Las otras ovejas contemplan tranquilas y sosegadas a su amoroso pastor. Les rodea la oscura noche. Ellas no temen; están con su pastor. Y el cielo se viste de azul. Gracias, Celina, por tan delicada imagen y poéticas palabra de Benedicto XVI.
    ¡Señor, acogeme y guiame como a una de tus ovejas! Feliz día del Señor a todos.

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