Himno, Liturgia de las Horas

Comienzan los relojes
a maquinar sus prisas;
y miramos el mundo. 
Comienza un nuevo día. 
Comienzan las preguntas, 
la intensidad, la vida; 
se cruzan los horarios.
Qué red, que algarabía.
Más tú, Señor, ahora
eres calma infinita.
Todo el tiempo está en ti
como en una gavilla.

(Himno, Liturgia de las Horas)

Feliz día del Señor. Celina

Un comentario en «Himno, Liturgia de las Horas»

  1. ¿Y adónde nos dirigimos, Señor, con tantas prisas, con tanta agitación, con tanta algarabía? ¿Vamos a alguna parte si no vamos hacia ti, que eres paz, sosiego y calma? Danos, Señor, ser una espiga tuya. Bella imagen, Celina, de la gavilla de Dios. Gracias. Feliz día del Señor a todos.

Los comentarios están cerrados.