Para resultar agradable a Dios, lo cual es un deber de todos, hay que tener tres corazones en uno. Un corazón de fuego para amar a Dios. Un corazón de carne para amar al prójimo. Un corazón de bronce para resistir al amor de sí mismo.
(San Benito José Labre)
Feliz día del Señor. Beso, Celina
Tres corazones en uno, como el Corazón de Jesús que arde en el amor al Padre, en el amor a los hombres y que rompe su pecho para darse a los hombres. Tres corazones en uno debe ser nuestra ofrenda a Dios, al prójimo y a la obra de Dios. Simpática imagen nos ofrece hoy Celina. Feliz día del Señor a todos.