La paz en la tierra, suprema aspiración de toda la humanidad a través de la historia, es indudable que no puede establecerse ni consolidarse si no se respeta fielmente el orden establecido por Dios.
El progreso científico y los adelantos técnicos enseñan claramente que en los seres vivos y en las fuerzas de la naturaleza impera un orden maravilloso y que, al mismo tiempo, el hombre posee una intrínseca dignidad, por virtud de la cual puede descubrir ese orden y forjar los instrumentos adecuados para adueñarse de esas mismas fuerzas y ponerlas a su servicio.
(San Juan XXIII)
Feliz día del Señor. Celina
Por eso, por la necesidad de paz, la Iglesia canta en las celebraciones de las misas «Gloria a Dios en el Cielo y en la tierra paz a los hombres que ama el Señor». Porque Dios ama a los hombres de buena voluntad, alcemos los brazos hacia él y pidámosle la paz como nos invita a hacer la imagen que nos muestra Celina. Que la paz, la alegría y el amor del Señor Jesús sea con todos vosotros. Feliz día del Señor a todos.