A veces la voluntad de Dios es que estés sano y otras veces que estés enfermo; si cuando estás sano te es dulce la voluntad de Dios, y cuando enfermo te es amarga, no eres recto de corazón. ¿Por qué? Porque no quieres encauzar tu voluntad a la de Dios, sino que prefieres torcer la voluntad de Dios hacia la tuya.
(San Agustín)
Feliz día del Señor. Celina
Sobre este texto conviene dar una breve explicación. El ser humano es un compuesto de razón y de cuerpo. El placer satisface nuestro cuerpo y el dolor le hiere. Y estas sensaciones corporales son inevitables y, por tanto, no afectan a la rectitud del corazón, que depende de que la razón rechace o asuma con alegria tanto el dolor como el gozo. Rezamos en el Padre nuestro, hágase tu voluntad en la tierra y en el cielo. Gracias, Celina, por proponernos un texto tan profundo. Feliz dia del Señor a todos.