Dios, Padre nuestro, que nos exhortas a la oración y concedes lo que se te pide, pues rogándote vivimos mejor y somos mejores: escúchame, porque voy tanteando en estas tinieblas; dame tu diestra, socórreme con tu luz y líbrame de los errores; con tu dirección entre dentro de mí para subir a ti. Así sea.
(San Agustín)
Feliz día del Señor. Celina
Dos mensajes encierra el texto de san Agustín, que nos ofrece hoy Celina. El primero es que a Dios le gusta hablar con nosotros. Lo segundo es que nosotros necesitamos hablar con Él. Ambas cosas explican la necesidad de la oración. Dios es luz y quiere conducirnos hacia Él. Y nosotros caminamos en tinieblas y necesitamos de su luz. Esa luz de un amanecer que nos sugiere la imagen que encabeza el texto. Gracias, Celina. Feliz día del Señor a todos.