Tú, según está escrito, te muestras “con belleza”; y tu cuerpo virginal es todo él santo, todo él casto, todo él morada de Dios, todo lo cual hace que esté exento de disolverse y convertirse en polvo, y que, sin perder su condición humana, sea transformado en cuerpo celestial e incorruptible, lleno de vida y sobremanera glorioso, incólume y partícipe de la vida perfecta.
(San Germán de Constantinopla)
Feliz día del Señor. Celina
El hermoso texto que nos ofrece hoy Celina tiene como fondo a las madres. Y en las madres todos hallamos amor, belleza y pureza. Nuestras madres todas son limpias y su alma pura. Así, Jesús pensó a su madre y así Dios la creó para su Hijo. Cuando la madre de Jesús acabó su vida en este mundo voló al cielo bella, hermosa y pura para vivir eternamente junto a su Hijo. Gracias, Celina, por texto e imagen. Feliz día del Señor a todos.