Decidme, ¿qué podemos temer? ¿La muerte? «Para mí la vida es Cristo, y una ganancia el morir». ¿El destierro? «Del Señor es la tierra y cuanto la llena». ¿La confiscación de los bienes? «Sin nada vinimos al mundo, y sin nada nos iremos de él». Yo me río de todo lo que es temible en este mundo y de sus bienes. No temo la muerte ni envidio las riquezas.
(San Juan Crisóstomo)
Feliz día del Señor. Celina
Ojalá la gran mayoría de los hijos de Dios viviéramos una fe tan grande que allanara montañas y transformara nuestras vidas en amor a Dios y al prójimo. Entonces tampoco temeríamos a la muerte, ni al destierro ni a la pobreza, y nuestra riqueza sólo sería Cristo. Pero nuestra fe es débil y vacilante como nuestra vida. Señor, danos el don de la fe, para que vivamos sólo de tu amor. Gracias, Celina, por el texto y la bella imagen. Feliz día del Señor a todos.