San Anselmo

Ea, hombrecillo, deja un momento tus ocupaciones habituales; entra un instante en ti mismo, lejos del tumulto de tus pensamientos. Arroja fuera de ti las preocupaciones agobiantes; aparta de ti tus inquietudes trabajosas. Dedícate algún rato a Dios y descansa siquiera un momento en su presencia. Entra en el aposento de tu alma; excluye todo, excepto Dios y lo que pueda ayudarte para buscarle; y así, cerradas todas las puertas, ve en pos de él.

(San Anselmo)

Feliz día del Señor. Celina

Un comentario en «San Anselmo»

  1. El texto que nos propone hoy Celina es una invitación que nos hace san Anselmo a nosotros los hombrecillos. Nos invita a entrar en un lugar extraño, pero hermoso y bello como el jardín del Edén. Es el mundo del silencio. Lugar extraño, donde habita Dios. Cuando estés allí, calla y escucha la palabra silenciosa de Dios. Tu alma se sentirá aliviada. Gracias, Celina, por la imagen y el texto. Feliz día del Señor a todos.

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