Rezar es departir con el Maestro,
es echarse a sus plantas en la yerba,
o entrar en la casita de Betania
para escuchar las charlas de su cena.
Rezar es informarle de un fracaso,
decirle que nos duele la cabeza.
Rezar es invitarle a nuestra barca
mientras la red largamos a la pesca,
y mullirle una almohada
sobre un banquillo en popa a nuestra vera.
(José Luis Carreño Echandía)
Feliz día del Señor. Celina