Oh Padre de las gracias, Luz de tu gloria, el Hijo;
de los dos el Espíritu: amor inmenso y único.
De ti, benigna Trinidad, procede cuanto existe:
Consumas y sostienes lo que en ti tiene origen.
Da a quienes agraciaste con tu adopción paterna
que templos a ti gratos sus almas siempre sean.
Oh Luz divina, llévanos a darte, con los ángeles,
eternas alabanzas por un amor tan grande.
(Liturgia de las Horas)
Feliz día del Señor, Domingo de la Santísima Trinidad. Celina