No hay que tenerle miedo al dolor, lo mismo que no le tenemos miedo a la noche. Sabemos que el sol sigue existiendo aunque no le veamos. Sabemos que volverá. Dios no desaparece cuando sufrimos. Está ahí, de otro modo, como está el sol cuando se ha ido de nuestros ojos.
(José Luis Martín Descalzo)
Feliz día del Señor. Celina