Si tú, Cristo, estás en nosotros, ¿quién nos engañará? Si estás con nosotros, ¿qué no podremos en el Señor que nos conforta? Si estás por nosotros, ¿quién podrá nada contra nosotros? Precisamente para esto vienes al mundo: para que, habitando en los hombres, con los hombres y por los hombres, se iluminen nuestras tinieblas, se suavicen nuestros trabajos y se aparten nuestros peligros (San Bernardo).
Feliz día del Señor. Celina