La esperanza cristiana es muy importante, porque no decepciona. El optimismo decepciona; la esperanza no. La necesitamos mucho, en estos tiempos que aparecen oscuros, en los que a veces nos sentimos perdidos delante del mal y la violencia que nos rodean, delante del dolor de muchos hermanos nuestros. Yo espero, porque Dios está junto a mí, porque Dios camina conmigo. Camina y me lleva de la mano. Dios no nos deja solos, el Señor Jesús ha vencido al mal y nos ha abierto el camino de la vida.
(Papa Francisco)
Feliz día del Señor. Celina